En la actualidad la sociedad
nos exige un modelo, nos introduce en un sistema y nos dice que para ser
bellas tenemos que tener determinadas características,
que debemos ser de una manera y no de otra.
Si yo te preguntara ¿cuáles
son tus virtudes, tus capacidades, tus talentos, que es lo que te caracteriza? Que
podrías decirme de ti? Te contaré una historia de un billete muy usado, a este
billete lo tiraron, anduvo por muchos lados, pasando de mano en mano, fue a
lugares que no quería ir, vivió situaciones difíciles, pero su valor siguió
siendo el mismo que al principio un valor que no perderá a pesar del tiempo y
del maltrato, quizás parte de la historia de ese billete es tuya, quizás nos
sucedió lo mismo, al igual que el, a pesar de lo que nos sucedió nunca perdimos
nuestro valor.
¿Qué sucedió en tu vida que
te apagó? ¿qué circunstancias te llevaron a que te escondieras, que perdieras el
sentido de vivir?
Es tiempo que miras al
frente, que salgas de ese escondite.
Dentro de ti hay fuerza,
fuimos creadas por Dios como algo preciado, atractivo, si logras pararte frente
a la vida de una manera confiada y segura, sabiendo que tienes un valor
especial que no se va con nada, ni con el tiempo, ni con las canas, y aunque
nos haya tocado vivir experiencias difíciles, nuestro valor está intacto.
Ese es el valor que Dios
nos entregó.
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